jueves, 9 de diciembre de 2010

NOTICIAS MUNDIALES DE LA MORTALIDAD MATERNA

Mortalidad materna cae en países pobres

La mortalidad materna ha disminuido en el mundo aunque en países desarrollados aún es sorpresivamente alta, según un nuevo estudio.
Mujer embarazada
La mortalidad materna en el mundo en desarrollo bajó.

Las muertes de mujeres en el parto o cerca del mismo disminuyeron globalmente un 35% en promedio, pero sigue siendo alta en países como Estados Unidos, Canadá y Noruega, señaló la investigación.
"Estimamos que hubo 342.900 muertes en todo el mundo durante el 2008, cifra menor a las 526.300 de 1980", escribieron los autores en su informe, publicado en la revista médica The Lancet.
La especialista en salud de la BBC Helen Briggs indicó que los especialistas concluyen que el número de mujeres que falleció por causas relacionadas con el embarazo cayó en más del 35% globalmente en los últimos 30 años.

Bolivia: mortalidad materna en ascenso

Guadalupe Pérez activista del Colectivo Rebeldía en una protesta en Santa Cruz (Foto: Colectivo Rebeldía)
Activistas aseguran que la tercera causa de la mortalidad materna en Bolivia es el aborto clandestino.
La mortalidad materna aumentó en Bolivia en los últimos años. Entre 2003 y 2008, el número de mujeres muertas se incrementó de 229 a 310 por cada 100.000 nacidos vivos, según la Encuesta Nacional de Demografía y Salud.
Este dato ubica al país en el penúltimo lugar de América Latina, sólo después de Haití.
Organizaciones feministas de Bolivia difundieron estos datos en ocasión de recordar el día por la despenalización del aborto.
La activista Guadalupe Pérez, integrante del Colectivo Rebeldía de Santa Cruz, le dice a BBC Mundo que la tercera causa de la mortalidad materna es el aborto clandestino, puesto que esta práctica es ilegal en Bolivia.
"La criminalización del aborto lo único que produce es que las mujeres pobres, que son la inmensa mayoría, cuando tienen un embarazo no deseado, recurran a abortos clandestinos e inseguros y esto anula el derecho a la vida de las mujeres", dice Pérez.
La activista, incluso, cuenta que en el departamento de Beni, el aborto es la primera causa de muerte de las mujeres.
Patricia Brañez, otra activista de la campaña por la despenalización del aborto, asegura que cada año se practican entre 40.000 y 50.000 abortos en Bolivia.
Y considera que la mortalidad materna disminuiría "si las mujeres tuvieran más acceso a los servicios para que puedan realizarse abortos seguros y en buenas condiciones".

AFRICA/RWANDA – Mejoran las tasas de mortalidad materno-infantil, pero todavía hay un largo camino …

Publicado por Noticias del Vaticano el 7 Diciembre 2010
Gicumbi ((Noticias del Vaticano)) – En Ruanda, uno de los países con los peores indicadores en el mundo de mortalidad materno-infantil, el gobierno se ha comprometido a garantizar el acceso a la asistencia médica para salvar las vidas de las madres y de sus hijos. Entre los objetivos están, el vacunar a más de 5 millones de niños y más de 300 mil madres contra el tétanos y subministrarles la vitamina A.

miércoles, 8 de diciembre de 2010

Mortalidad Materna en el Perù

Mortalidad materna y fecundidad
Los indicadores de la mortalidad materna se usan generalmente para mostrar el estado de salud y el nivel de vida de la población, sin embargo, tal como sucede con la
mortalidad general, los niveles cambian aún sin que se muestren mejoras en las condiciones de vida, esta verificación no es tan contundente en el caso de la
fecundidad. En tal sentido, la tecnología disponible para la prevención de las muertes maternas, que se ponen en práctica a través de los servicios de salud a las gestantes,
tienen más influencia en la magnitud de los indicadores que las características
sociales y económicas que involucran el nivel de vida.
Tanto la mortalidad materna, como la fecundidad se asocian con el riesgo de embarazo las poblaciones con elevados niveles de fecundidad, muestran a la vez
elevadas tasas de mortalidad materna, hecho que se relaciona con el periodo reproductivo de la mujer, el alto número de hijos y los cortos intervalos intergenésicos
que caracterizan a las poblaciones con fecundidad alta, así mismo, la ocurrencia de embarazos en edades extremas de la vida reproductiva y los embarazos no deseados
son igualmente factores asociados a un mayor riesgo de enfermedad y muerte materna. Pese a ello, la relación directa entre fecundidad y mortalidad materna no es
tan firme, debido a la importancia que tiene en una población la disponibilidad, cobertura y calidad de atención de los servicios de salud reproductiva.


Enfoque del riesgo y mortalidad materna
La eficacia de los programas y actividades de los servicios de salud orientados a la disminución de la mortalidad materna depende de la identificación de las causas que
conducen a la muerte relacionada con el embarazo y de los grupos de mayor riesgo.
Bajo esta óptica, el enfoque del riesgo en el tratamiento de la mortalidad materna conduce al logro de éxitos importantes puesto que facilitará la promoción de la salud en las mujeres en edad reproductiva, así como la detección oportuna de
complicaciones o condiciones desfavorables en las gestantes.
En tal sentido, el camino conveniente en el estudio de la mortalidad materna es el de identificar y jerarquizar las variables determinantes del riesgo relacionado con la
maternidad. La identificación de factores sociales y biológicos de incidencia en el riesgo de muerte materna, permitirá establecer relaciones entre las diversas variables
que involucran estos factores y la morbilidad o mortalidad materna, con fines de predicción o identificación de los grupos con mayor riesgo de complicaciones en el
embarazo. Una conclusión importante que al respecto se ha planteado es que “las mujeres de clases sociales más bajas, de menor educación, en los extremos etarios
de la vida reproductiva, con alta paridad y con antecedentes de patologías previas, constituyen un grupo de alto riesgo”
En la medida que sea factible desarrollar el análisis del riesgo materno en base a la verificación empírica en la población, las acciones de salud serán más eficientes, tanto
por el alcance social, como por la mayor precisión en la identificación de las necesidades de los distintos grupos de pobladores, lo cual optimizará la asignación de
los recursos para la maternidad segura. Sin embargo, la carencia de información sobre las variables sociales, económicas y morbilidad se constituyen en un serio obstáculo. 


Causas de muerte materna

Las causas médicas de las muertes maternas se han clasificado en causas obstétricas directas e indirectas. Las primeras se refieren a las complicaciones del embarazo o el
parto, estudios realizados han permitido comprobar que en los países subdesarrollados las causas más frecuentes son: hemorragia, infección, toxemia, parto obstruido y aborto inducido, siendo este ultimo el que presenta mayor subregistro y posiblemente está más expuesto a sufrir complicaciones. En cuanto al segundo grupo se refiere a enfermedades que se agravan con el embarazo y la falta de atención especializada.

Indicadores de la mortalidad materna

Para conocer la incidencia de la mortalidad materna se debería relacionar las muertes maternas con el conjunto de mujeres dentro del cual ocurren estas muertes. Desde que
se consideran muertes maternas a las ocurridas durante el embarazo, parto o puerperio, el grupo de mujeres dentro del que se producen las muertes maternas serían todas las
embarazadas, no obstante, en reemplazo de éstas se considera: los nacidos vivos, las mujeres en edad productiva y las mujeres expuestas al riesgo de muerte materna, cada
una de estas alternativas dan origen a los siguientes indicadores de la mortalidad materna:

Tasa de mortalidad materna, es un indicador que relaciona la muerte materna con todas las mujeres en edad fértil. Si bien es cierto que ésta es una solución operativa a las
dificultades que entraña el cálculo del número de embarazos, es de advertir que esta forma de trabajo subestima la tasa de mortalidad materna desde que no todas las mujeres en edad reproductiva están expuestas al riesgo de embarazo y muerte materna.
Razón de mortalidad materna, se calcula dividiendo las muertes maternas con el número de nacidos vivos, ambos ocurridos en el mismo período de tiempo. El principal
efecto sería la sobre-estimación de la incidencia de mortalidad materna, desde que el denominador se ve reducido debido a que no todos los embarazos terminan en un nacido vivo ya que algunos concluyen con un aborto o con nacido muerto. Las distorsiones que se introducen en este caso están vinculadas a la estructura y nivel de
la fecundidad, así como a la estructura por edad de las mujeres en edad reproductiva.
Probabilidad de morir por causa materna, es un indicador de cohorte o de“generaciones” y se refiere a la probabilidad que tiene una mujer de morir por causa materna durante el período reproductivo, en este caso se debe precisar el grupo o cohorte inicial de mujeres expuestas al riesgo de morir por estas causas, en teoría tendrían que ser todas las mujeres que cumplen los 15 años de edad.

Donacion : Centro de Salud Materno Infantil "Santa Anita"



Los alumnos del colegio " San Martin de Porres "  del 3er año A III y A II donaron víveres al Centro de salud materno infantil.



martes, 7 de diciembre de 2010

Quinto Objetivo: Mejorar la Salud Materna

“Debemos luchar permanentemente por la salud de las mujeres con todos los recursos que tenemos. Cuando trabajamos juntos lo logramos” Esas fueron las palabras de Ban Ki-moon en la apertura de la Women Deliver 2010, celebrada en Washington.
El pasado mes de junio, el secretario general de la ONU, hacía un llamamiento a todos los gobiernos del mundo para trabajar junto al organismo internacional paramejorar la salud de las mujeres y los niños para cumplir el objetivo del 2015 que prevé reducir la tasa de mortalidad materna en un 75% para aquellas fechas. Sus palabras eran un desesperado aviso para paliar esa sangría constante de mujeres que mueren por causas relacionadas con el embarazo y el parto.
Se hace muy difícil precisar con cifras el oscuro destino de muchas mujeres durante el embarazo, el parto y el postparto. No se dispone de información fidedigna en ciertos países donde, hoy todavía, es un peligro de libertad, decisión y salud, ser madre. Muchas de esas muertes podrían evitarse, primero evitando la preñez no deseada y eso es un tema de concienciación universal y luego protegiendo y prodigando los cuidados de la mujer encinta.
En las regiones con más alto índice de tan apocalíptica estadística las causas más comunes son la hemorragia y la hipertensión, responsables del 50% de los fallecimientos. La malaria, el sida y las dolencias cardiacas embrutecen las cifras con otro 18%. Por último, el instante más complicado para las madres, el parto, se lleva el 11% de las víctimas. Según la Organización Mundial de la Salud, 500.000 mujeres mueren cada año durante el parto en todo el mundo. Las madres adolescentes, por debajo de los 20 años, quintuplican las probabilidades de fenecer durante el parto.
¿Cómo evitarlo?
Parece ser, según los especialistas, que las formas más eficaces de reducir las muertes del parto giran en torno a la educación sexualen todos sus aspectos, de las adolescentes. Un dato importante, las niñas que terminan sus estudios primarios tienen mayores probabilidades de controlar sus embarazos y dan a luz a edades más adultas. También exigen y conocen la atención prenatal y cómo tener bebés más saludables.
Pero todo eso no lo pueden conseguir por sí mismas. El porcentaje de mujeres de países en vías de desarrollo que recibe atención profesional durante el parto fue del 63% en el año 2008, cifra importante si tenemos en cuenta que en el año 1990 el guarismo era tan solo del 53%. En ello tiene mucho que ver la mentalización de las autoridades de esas regiones. El parto es sumamente arriesgado en el sur de Asia y en el África subsahariana. Así en los 24 países que componen esa región africana, las niñas de los hogares más pobres tienen el triple de posibilidades de quedarse embarazadas y de malparir que en los hogares más ricos de su entorno. Aunque la tasa de alumbramientos entre adolescentes descendió en 18 de los países subsaharianos hay un dato escalofriante, en casi todos ellos, las jóvenes de entornos rurales, las de deficiente educación y, como siempre, las más pobres, han aumentado el porcentaje respecto a las acomodadas y formadas escolarmente.
En la América Latina y el Caribe las tasas de mortalidad son más bajas que en el continente africano y que en ciertas áreas asiáticas. Sin embargo, constituyen todavía un grave problema social y sanitario. También aquí la mortalidad y las enfermedades durante el embarazo y el parto están muy relacionadas con el estatus social y educacional. El acceso de las mujeres a los medios anticonceptivos y a una atención sanitaria de calidad son indispensables para mejorar las cifras. Las diferencias entre los países latinoamericanos están directamente asociadas a la renta de ingresos por habitante. Así en los países menos desarrollados la mortalidad materna oscila entre 100 y 230 por cada cien mil nacidos vivos, con un desgraciado liderato de Haití con una cifra superior a 500. En los países de desarrollo intermedio la tasa está en descenso y varía entre 45 y 105, con otra excepción, la peruana que oscila entre los 180. La cifra, en las naciones más desarrolladas, va desde un escaso 10 a un 35%.
2º Premio Concurso Objetivos del Milenio de las Cortes de Castilla León. © Alcaraván
En África, muchos países han avanzado en estos logros, entre ellos Tanzanía, muy bien encaminada hacia el cumplimiento de la meta del ODM respecto de la salud materno infantil. Senegal ha tomado sus medidas para mejorar la nutrición y en Níger los anticonceptivos modernos se utilizan de manera más generalizada que hace una década. Malawi, Etiopía y Gambia pudieron reducir la mortalidad infantil entre el 25% y el 40% en los últimos 10 años, en Rwanda esta disminución fue incluso mayor, y se cifre en un 47%. Un dato esperanzador: África podría alcanzar los objetivos en salud materno infantil, tal vez no en 2015 pero en un futuro no demasiado alejado.
En todos los casos, la planificación y la prevención son la llave para mejorar la situación, además de una atención médica eficaz. Los partos complicados podrían derivarse a centros de salud preparados o a hospitales con recursos. La aportación de las parteras tradicionales (APTs), para apoyar a las madres en el alumbramiento y reducir las infecciones, sería preparando a las futuras madres en la asepsia del parto. No obstante, una investigación en Pakistán (por Health-Pakistan) confiesa que el aporte de las APTs sólo evita el 3% de las mujeres fallecidas durante el alumbramiento. Más vidas podrían salvarse si, como decíamos, todas las mujeres tuvieran acceso a una atención de emergencia y a la ayuda médica experimentada.
Evidentemente, eso es particularmente difícil en ciertos entornos donde las guerras, el hambre y los factores socioeconómicos y medioambientales, exigen otras prioridades. También es complicado en lugares donde las creencias religiosas relegan a la mujer, dos millones de niñas padecen cada año de alguna forma de mutilación genital y ello conlleva dramáticamente a las posibilidades de infección y complicaciones durante un parto.
Cumbre de la Unión Africana
Teníamos puestas nuestras expectativas y esperanzas en la 15 Cumbre de la Unión Africana que se desarrolló entre el 25 y el 27 del pasado julio en Kampala. Con sólo el 11% de la población mundial y a pesar de los avances expuestos, África supera en más de la mitad a todas las muertes maternas e infantiles globales. Teniendo en cuenta que todos los años en África mueren cuatro millones y medio de niños y 265 mil mujeres encintas, el esperado avance hacia los Objetivos del Milenio en sus puntos 4 y 5 nos parece desesperadamente lento. Así, no era de extrañar que el tema principal de la reunión fuese la salud maternal, neonatal e infantil. Sin embargo, a la postre, los temas de la Cumbre en Uganda, se centraron en la guerra civil en Somalia, en la alarma terrorista en África noroccidental, en respuesta al asesinato del rehén francés por la autoproclamada facción Al Qaida en el Magreb Islámico y en la reciente polémica por la orden de captura de la Corte Penal Internacional contra el presidente sudanés Omar El Bashir por genocidio. A pesar de todo, la decimoquinta Cumbre de la Unión Africana terminó con la promesa por parte de los gobernantes africanos de poner todos los recursos para acabar con el drama que nos ocupa. Mientras tanto, durante aquella semana en que se desarrolló la cumbre, unas 20.000 mujeres y 37.000 niños morían en la martirizada África. Durante la mencionada Cumbre el presidente Sidibé decía: “ La transmisión de madre a hijo del VIH ha sido prácticamente eliminada en el Norte global. Es inaceptable que tantos niños siguen naciendo con el VIH en África”.
Mucho podría evitarse
Según un estudio recientemente publicado por la revista médica y científica The Lancet, el avance en la reducción de la mortalidad materna se ha visto frenado por la actual epidemia de VIH. Según el artículo mencionado, se estiman en 343.000 las muertes maternas en 2008. Pensemos que más 60.000 mujeres podría salvar sus vidas si recibieran el diagnóstico adecuado y tratamiento del VIH. La existencia de muchas madres y de sus bebés, podrían ser aseguradas por medio de una combinación de pruebas de VIH y asesoramiento profesional; acceso a una profilaxis antirretroviral y su tratamiento; prácticas más efectivas de planificación familiar o el uso seguro de sucedáneo de la leche.
Un clavo para la esperanza ha sido el anuncio del estudio de los científicos sudafricanos Salim y Quarraisha Abdool Karim, de la Universidad de KwaZulu-Natal, de Durban, durante la XVIII Conferencia Internacional de SIDA, dobre un gel vaginal que contiene el medicamento antirretroviral Tenofovi y que reduce en un 39 por ciento las infecciones del virus del sida en las mujeres al aplicarlo doce horas antes y doce horas después del coito y que ya ha sido probado con éxito. Los científicos estiman que con este gel vaginal, sólo en Sudáfrica se podrían impedir 1,3 millones de nuevas infecciones de VIH en veinte años. Un milagro para África y para el mundo.